
Desde el primer momento en que puse un pie en Viena supe que sería una ciudad en la que podría vivir. Una ciudad monumental con una sociedad que lleva a cabo un estilo de vida moderno, cosmopolita, una ciudad limpia, en la que se respira sobriedad, tranquilidad, buen gusto y estilo.
Si tu intención es hacer una escapada exprés, te recomiendo como mínimo invertir dos días en Viena, para verla bien, todo su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad, conocer sus impresionantes edificios, sus parques, las zonas comerciales… Y si te gusta y te da tiempo disfrutar de su cultura acudiendo a una función de Ópera.
Lo mejor de viajar a una ciudad como Viena en vísperas de Navidad es que la ciudad está inundada de mercadillos navideños, cada plaza es buena para colocar un encantador mercadillo en donde comprar dulces típicos, adornos de navidad, prendas y accesorios hechos a mano… Lo cierto es que estos mercados crean una atmósfera especial a cualquier ciudad pero en Viena, como es de esperar, no lo hacen de cualquier manera, montan casetas de madera decoradas todas por igual con guirnaldas verdes iluminadas y en muchas de ellas encontramos casitas de galleta decorativas y sobre todo muy apetecibles.
A continuación os indico algunas cosas que ver imprescindibles, sobre todo si vas a viajar en época navideña, como es lógico cada persona somos un mundo y cada uno tenemos nuestros propios gustos e intereses, esto hace que cada persona invierta su tiempo de una manera diferente a la hora de visitar a una ciudad y que, lo que para mi pueda merecer mucho la pena, para otros sea secundario, pero yo os dejo aquí algunos de los monumentos, zonas, restaurantes y mercadillos que no he querido perderme en mi último viaje a la capital austriaca.
Catedral de San Esteban
Es la iglesia principal de la archidiócesis de Viena (Austria) y la sede de su arzobispo. Está situada en la plaza de San Esteban (Stephansplatz), en pleno centro de la capital austriaca. En Navidad está muy ambientada gracias al mercadillo montado alrededor de la misma, una fachada de contrastes que te impresionará. Se trata del símbolo religioso más importante de Viena.
Ayuntamiento de Viena
Una plaza encantadora propia de cuento de hadas. En esta época la plaza está llena de puestos con dulces navideños y el monumental edificio que alberga el ayuntamiento, de estilo gótico, que no deja indiferente. Se puede visitar por dentro.
Palacio de Hofburg
Justo al lado del Ringstrasse se encuentra el Parlamento de Austria un espléndido edificio de estilo neoclásico y en frente el Palacio de Hofburg que ha sido durante más de 600 años la residencia de los Habsburgo en Viena. En el Palacio de Hofburg, se encuentra uno de los museos más recomendables, el Museo de Sisi, en el que te cuentan la obsesión por la belleza y la rebeldía de este personaje…
Kärntner Strabe
Una de las calles más comerciales y transitadas. Pasear por ella y terminar encontrándote la ópera de Viena.
En esta zona hay unas galerías gourmet muy coquetas, al estilo Harrod’s de Londres pero más pequeñitas, pero muy similares a la zona de alimentación y souvenirs de Harrod’s, se llaman Julius Meinl y merece la pena entrar, echar un vistazo y quizá salir con alguna caja de pastas o bombones…
Hotel Sacher
Cuentan que un joven aprendiz de repostería inventó la tarta sacher, se vendió y popularizó a lo largo de décadas y luego sus hijos fundaron el Hotel Sacher, junto a él la cafetería Sacher, en donde merece la pena hacer cola para comerte un pedazo de la tarta de chocolate más popular del mundo. Más cara que en cualquier sitio, pero yo creo que hay cosas que solo se hacen una vez en la vida y que dos euros de diferencia no son nada cuando se visita un sitio nuevo.
Ópera de Viena
Puedes visitarla de forma guiada por dentro y hacerte fotos en el lugar donde se hacen las representaciones. Tras unas fotos en la mítica Opera es momento de ir a comer, lo mejor probar los platos típicos de la ciudad, como el Wiener Schnitzel, el escalope de ternera empanado, normalmente acompañado de una ensalada tibia de patatas. Es el plato más típico de Viena y lo sirven en numerosos restaurantes.
Ya que estás en esta zona no te puedes ir sin probar dos de los postres más famosos de Viena, la archiconocida Tarta Sacher, la ofrecen en infinidad de cafés, pero si tienes oportunidad no dejes de probar la mítica y original que sirven en el Hotel Sacher o en la cafetería Sacher, junto al hotel y que se entra por la calle comercial anteriormente mencionada, es probable que tengas que hacer cola, pero te digo, sinceramente, que merece la pena.
Café Mozart
Es un café señorial, de grandes salones con grandes ventanales, un trato exquisito y no es para menos con lo que cuesta tomarse un café, pero te digo lo mismo, son cosas que se hacen una vez en la vida y oye, un café acompañado de un pedazo de Apfelstrudel en este café es tocar el cielo, te lo sirven en un gran plato con una sopa caliente, una fina crema de vainilla que es un manjar. Cubertería de plata para que rebañes hasta el último pedazo.
La zona de museos y el parlamento de Viena
Un paseo disfrutando de Viena, encontrándote con el museo de Historia de Arte, el museo de Historia Natural, el Parlamento…
Palacio de Schönbrunn
Como yo no soy de coger transportes públicos, este tipo de lugares los trato de ver a primera hora de la mañana, recién desayunada, cojo el metro y me acerco hasta el Palacion de Schönbrunn, conocido como el Versalles vienés. Unos jardines impresionantes en donde la gente totalmente equipada va a correr. Puedes pasear por sus interminables jardines o visitar el palacio por dentro. También estaban montando
Nasch Markt
Si os gustan los mercadillos de comida, si os va la comida vegana, los productos ecológicos… Sin duda tenéis que ir a Nasch Markt, lo mejor es llegar a media mañana ya que todos los puestos te dan a probar cosas, falafel, frutos secos, dátiles, queso… Vamos que te vas bien almorzado para continuar tu andadura por Viena.
Desde esta zona puedes ir andando hasta la Ópera, es un paseo corto y así puedes disfrutar de todos los exteriores de la ciudad.
Y sin quererlo descubrimos una calle peatonal llena de puestos navideños y con un montón de restaurantes de todo tipo, desde las cervecerías tradicionales vienesas hasta restaurantes de aire retro y cocina vegana.